Wednesday, March 16, 2016

Opción preferencial por los pobres / Reflexión Teológica


Adolfo Perez Esquivel - Los Desposeídos
Creer y seguir a Jesús, el Verbo Encarnado, nos lleva a anunciar el evangelio. Por ello a través de esta reflexión queremos acercarnos más a la realidad de los pobres en medio de nosotras(os) y a nuestra responsabilidad de vivir nuestra fe para seguir respondiendo a los signos de los tiempos, porque la justicia es la expresión de la caridad.
El padre Gustavo Gutiérrez, OP lo expresa bastante bien ‘La pobreza no solo es una cuestión social, es una cuestión teológica, una cuestión central en el mensaje cristiano’; desde este entendimiento les presentamos nuestra intuición y esperamos sea de ayuda para su itinerario espiritual.

LA POBREZA INTENSAMENTE PRESENTE
Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer / Mateo 25, 35
La pobreza nos recuerda los rostros de aquellos a quienes no se le reconoce sus derechos. Y esta se expresa en diversas realidades tanto en lo económico, social, cultural, etc.
Es interpelante que en países tan creyentes la inequidad resulte ser una manifestación de la desvinculación de la espiritualidad con las acciones prácticas.  Por ejemplo, es inaceptable que en América Latina el 1% de la población concentre el 43% de la riqueza del país como sucede en México[1] y que en Zambia el 42% de la población viva en extrema pobreza[2].

“…porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe” (1 Tim 6, 10)
Es interesante reflexionar que en nuestras sociedades se fomenta el consumismo y el ‘desarrollo’ a costa del vulnerable con el afán de ‘enriquecerse’. Pero no sólo quienes lideran las listas de las revistas económicas de los/as más ricos del mundo (como Forbes) tienen una responsabilidad frente a la situación humana y ecológica –actual- de nuestro planeta; también es la falta de interés de muchas(os) que va desde la resignación cómoda, la negación del problema a la indiferencia o la confianza ciega en las soluciones técnicas; explica el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si.  

NECESITAMOS UNA SOLIDARIDAD UNIVERSAL NUEVA[3].
“¿Cuál de estos piensas que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los ladrones?—El que se compadeció de él —contestó. Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús” (Lc 10, 36-37)
A diferencia de la pobreza espiritual entendida como el poner la vida en manos de Dios; la pobreza estrictamente hablando, nunca es buena porque maltrata, explota y excluye.  
En Perú, el rostro de la pobreza tiene como característica ser una persona que tiene lengua materna nativa, que realiza trabajo familiar no remunerado o bien se dedica a actividades primarias o extractivas como la agricultura, pesca y minería[4]; mientras que en Estados Unidos la pobreza tiene rostro negro y femenino (26% de afroamericanos) e hispano (24%). En Irlanda es la niñez la más vulnerable, pues el 11% vive en pobreza.
Esta fragmentación social muestra que el ‘crecimiento’ de los últimos dos siglos no ha significado en todos sus aspectos un verdadero progreso integral y una mejora de la calidad de vida[5] como lo señala el Papa Francisco.
No podemos ignorar a los pobres en medio de nosotras(os), tampoco podemos esperar a que alguien más actúe. La Iglesia nos impulsa desde las primeras comunidades cristianas, el Concilio Vaticano II, los diversos documentos eclesiales latinoamericanos (Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida) a dar una respuesta hoy y es que como señalan los obispos[6] en Estados Unidos: ‘como seguidores de Cristo, asumir el reto de una fundamental opción por los pobres es devolver la voz a los sin voz, defender a los indefensos, evaluar los estilos de vida, las políticas y las instituciones en términos de su impacto en los pobres’.

Preguntas de reflexión personal
1) ¿Qué puedes hacer para cambiar la estructuras injustas que mantienen a las personas en pobreza? 
2)  ¿Cómo nuestra Espiritualidad de la Encarnación nos llama a responder a los pobres que están cerca de nosotras(os)? 
3) En el encuentro con los pobres ¿Cuáles son las gracias y desafíos que interpelan tu modo de vivir? 


No es de tu propia posesión que estas dando a los pobres, lo único que estas haciendo es reponer lo que a ellos les pertenece por derecho.  Porque todo se nos fue dado para el uso de todos,  y tú lo has tomado como propio.  La tierra no sólo le pertenece a los ricos,
 sino a todos.  Entonces, no es que estés dando generosamente,  
sólo estas pagando tu deuda a los demás. /San Ambrosio/



[1] WealthInsigh | Ana Paula de la Torre
[2] 10 facts about hunger  |www.wfp.org |
[3] Laudato Si #14
[4] Cifras de pobreza | www.inei.gob.pe
[5] Laudato Si # 46
[6] Declaración sobre Justicia económica para todos - 1984

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